El subgénero del Folk Horror pretende plasmar lo terrorífico a través del folclore, la mitología, las leyendas y las supersticiones. Se trata de una inconfundible derivación de lo fantástico en general, y del terror en particular, que alcanzó a las diversas cinematografías mundiales a partir de los años sesenta y setenta del siglo pasado, con títulos tan emblemáticos como Witchfinder General (Michael Reeves, 1968), Blood on Satan’s Claw (Piers Haggard, 1971) o The Wicker Man (Robin Hardy, 1973).
Bajo estos aspectos, Folk Horror Aesthetics es un microcortometraje documental editado y postproducido mediante la técnica del mashup, que repasa brevemente la trayectoria de ese subgénero del terror en el medio cinematográfico. El trabajo ha sido realizado por Fran Mateu, con la colaboración de Mario-Paul Martínez y Marina Díaz-Caneja Alepuz, remezclando más de cincuenta obras, entre las que se incluyen películas clásicas, pero también cinematografías más recientes, así como cortometrajes, cómics o videojuegos. A tales efectos, se trata de una obra artística realizada con objetivos educativos, académicos y divulgativos.