La original y revolucionaria fotografía japonesa de entre 1950 y 1970 se despliega en el Museo Carmen Thyssen Málaga
‘Material provocativo para pensar’ reúne cerca de 150 fotografías procedentes de la colección de José Luis Soler Vila, recientemente fallecido
La exposición, patrocinada por Coanfi, permanecerá hasta el 13 de octubre en la Sala Noble y en el Espacio ArteSonado
En la rueda de prensa Susana Lloret, vicepresidenta de la Fundación Per Amor a l´Art ha destacado: “Nunca pensé que esta exposición con la que colaboramos desde hace meses con tanto cariño fuera a convertirse en un homenaje póstumo a mi marido. Pero así es. Y pone de manifiesto algo que para él fue siempre esencial: que la colección aportara valor, y por lo tanto trascendiera al tiempo en que se construyó, al espacio en el que originalmente se mostró, y a la persona que la soñó y la hizo realidad. Por eso estoy aquí, para atestiguar que esto que está pasando es lo que él quería, es la razón por la que hicimos este esfuerzo y es el motivo por el que él, hoy, allá donde esté, estará inmensamente feliz”.
El Museo Carmen Thyssen Málaga vuelve a apostar por la fotografía para una de sus propuestas expositivas más originales. ‘Material provocativo para pensar. Fotografía japonesa contemporánea. Colección José Luis Soler Vila’ podrá visitarse en dos espacios del Museo, la Sala Noble y el Espacio ArteSonado, hasta el 13 de octubre. La muestra está patrocinada por Coanfi.
A la rueda de prensa de inauguración de este viernes 12 han acudido la vicepresidenta de la Fundació Per Amor a l’Art, que custodia la Colección José Luis Soler Vila, Susana Lloret; el director general de Coanfi, Sergio Angusto; y el gerente y la directora artística del Museo Carmen Thyssen Málaga, Javier Ferrer y Lourdes Moreno.
La exposición ha contado con la inestimable generosidad de la Fundació Per Amor a l’Art, fundada por el matrimonio Soler-Lloret y presidida hasta su reciente fallecimiento por el empresario valenciano José Luis Soler Vila, propietario junto a su mujer de la más valiosa colección de fotografía japonesa que se conserva fuera del país nipón. Sobre esta colaboración, Susana Lloret, vicepresidenta de la fundación y viuda de José Luis Soler, ha señalado “Nunca pensé que esta exposición con la que colaboramos desde hace meses con tanto cariño fuera a convertirse en un homenaje póstumo a mi marido. Pero así es. Y pone de manifiesto algo que para él fue siempre esencial: que la colección aportara valor, y por lo tanto trascendiera al tiempo en que se construyó, al espacio en el que originalmente se mostró, y a la persona que la soñó y la hizo realidad. Por eso estoy aquí, para atestiguar que esto que está pasando es lo que él quería, es la razón por la que hicimos este esfuerzo y es el motivo por el que él, hoy, allá donde esté, estará inmensamente feliz”.
Tras el fallecimiento de José Luis Soler Vila el pasado 21 de junio de 2024, la exposición se convierte en un homenaje póstumo a su extraordinaria labor como coleccionista de arte y, especialmente en este caso, de fotografía contemporánea, española y sobre todo internacional, en la que el fondo de fotógrafos japoneses que ahora se muestra en el Museo Carmen Thyssen Málaga destaca por su calidad y exquisitez.
La Fundació Per Amor a l’Art fue creada en 2014 por Soler Vila y su esposa, Susana Lloret, con el doble objetivo de difundir y compartir el arte, así como mejorar las vidas de los niños y jóvenes en riesgo de exclusión social e impulsar la investigación sobre la enfermedad de Wilson.
A través de ‘Material provocativo para pensar’, el Museo Carmen Thyssen Málaga reúne cerca de 150 obras de 15 fotógrafos japoneses, todos ellos referentes internacionales de la fotografía contemporánea. La mayor parte de estos artistas estuvieron vinculados a dos movimientos nacidos en Japón y que son claves para la transformación radical del lenguaje fotográfico en todo el mundo: la agencia ‘VIVO’, activa de 1959 a 1961, y la revista ‘Provoke’, que editó tres números entre 1968 y 1970, de gran influencia en el género. Es precisamente el subtítulo de la revista ‘Provoke’, material provocativo para pensar, el que se ha tomado como título de la exposición.
El permanente inconformismo de estos artistas motivó su apuesta por una fotografía subjetiva y desinhibida, que invitaba a la reflexión en el contexto de un país que, desde los años cincuenta, experimentaba una fuerte transformación social y un imparable despegue económico. Esta inquietud también se plasma en el tratamiento de la propia
fotografía, en ocasiones voluntariamente alterada en el cuarto oscuro o en el momento del revelado, y con un estilo visual inconfundible: “are-bure-boke”, es decir, áspero, borroso, desenfocado, según la estética consagrada por ‘Provoke’.
Con estas premisas, la exposición invade dos espacios de la primera planta del Patio del Palacio de Villalón. En la Sala Noble, cincuenta imágenes de quince fotógrafos de la generación de la posguerra mundial (décadas de 1950 a 1970) abordan temas como la naturaleza, el cuerpo, el desnudo y una sexualidad desprejuiciada, la vida urbana, las agitaciones sociales y las protestas antiamericanas en el país del sol naciente, y el conflicto tradición-modernidad en un Japón cuya cultura ancestral pasó a convivir con un progreso arrollador.
El recorrido, organizado por temas, comienza con las evocadoras visiones de la naturaleza de Yoho Tsuda y Shigeru Onishi. A continuación, la muestra ofrece una galería de rostros fotografiados por Hosoe y Tomatsu -fundadores de ‘VIVO’-, Araki, Sato o la fotógrafa Tamiko Nishimura. En el conjunto de imágenes del cuerpo desnudo y cargado de una sexualidad totalmente liberada, destacan Araki y Moriyama, los fotógrafos más provocadores del panorama japonés aquí presentado.
Los ejemplos de dos series intimistas de Narahara, realizadas en un monasterio y una cárcel de mujeres, dan paso a una galería de imágenes de las revueltas y protestas estudiantiles antiamericanas tomadas por Hamaguchi y Hamaya, de las secuelas de las bombas atómicas, por Kawada, y un conjunto de imágenes callejeras, que muestran la vibrante modernización del país, de Moriyama (en color), Takanashi -pionero de ‘Provoke’-, Tomatsu y otra mujer fotógrafa, Miyako Ishiuchi.
Por su parte, el Espacio ArteSonado ha quedado destinado a centrar el foco en el líder más carismático de ‘Provoke’: Takuma Nakahira. En concreto, se trata del proyecto ‘Circulation: Date, Place, Events’ (‘Circulación: fecha, lugar, acontecimientos’), de 1971.
Con este trabajo, Nakahira participó en la VII Bienal de París. Se trataba de una instalación performativa conformada por instantáneas tomadas en la capital francesa durante las semanas de la bienal, a modo de diario callejero. Aunque quemó su archivo fotográfico en 1973, se ha podido recuperar buena parte de esta serie.
Para la directora artística del Museo, Lourdes Moreno, ‘Material provocativo para pensar. Fotografía japonesa contemporánea. Colección José Luis Soler Vila’ supone “una aportación de singular importancia a la línea expositiva que el Museo Carmen Thyssen Málaga viene dedicando a la fotografía artística, con una exposición inédita en el panorama andaluz y escasamente vista en el nacional. La selección de artistas japoneses ofrece una mirada sorprendente, diferente y absolutamente cautivadora, de enorme influencia en el desarrollo de la fotografía contemporánea”.