LAS GALERÍAS EMPIEZAN TEMPORADA CON ABIERTO VALENCIA

LAS GALERÍAS EMPIEZAN TEMPORADA CON ABIERTO VALENCIA

Foto portada: Ana Esteve Llorens.

TOCAR UN LUGAR de Ana Esteve Llorens en la Galería Set Espai d’Art.

Del 27 de septiembre al 23 de noviembre de 2024, la galería SET ESPAI D’ART presenta «Tocar un lugar», la segunda exposición individual en la galería de Ana Esteve Llorens (Valencia, 1975) mostrando la continuidad del trabajo de la artista que desde 2014 ha integrado la producción textil en su obra. Empleando únicamente materiales naturales, la artista investiga sobre las posibilidades escultóricas de las fibras, acercándose a una abstracción que define como espacio de acción, inclusión y libertad. 

“Es difícil categorizar el trabajo de Ana Esteve Llorens pues, en él, negocia los problemas plásticos y la historia de tres ámbitos distintos: la antropometría, el diseño y el textil. Sus lienzos revelan su estructura, para recordarnos su estatus como objetos móviles que han sido anclados a la arquitectura, gracias a un cuerpo que los ha trasladado y situado. Estos gestos evidencian un legado reflexivo del minimalismo —muy presente, pero rearticulado en la obra de la artista— en donde la condición “objeto” está dada por una afinidad de escala entre cuerpos inertes (esculturas) que se atraviesan en los tránsitos de aquellos otros cuerpos perceptores. Podemos considerar Sin título (Modularis Naturae), un conjunto de módulos que comparten una relación matemática basada en la proporción áurea partiendo de la medida de la altura de la artista, como la llave de entrada hacia Tocar un lugar“
Extracto del texto «Tocar un lugar» de Carmen Cebreros Urzaiz, curadora e investigadora

Las obras que componen esta muestra son el resultado de la estancia de la artista en la Escuela de Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura en la Ciudad de México. 

«Tocar un lugar alude a la conexión háptica que permite a Esteve Llorens hacer consciente el proceso de estar, habitar y volverse parte de un espacio, más que físico, afectivo desde su hacer.»
Ana Esteve Llorens (Valencia, 1975) llegó a Estados Unidos gracias a una beca Fulbright y obtuvo un MFA en Escultura y Medios Extendidos de la VCU (Virginia Commonwealth University). Ha sido galardonada con numerosos premios y becas, entre los que destacan el premio a la excelencia de AMEXCID y la beca de la Fundación Arte y Derecho. Ha sido artista residente en Yaddo en Nueva York, la Casa Velázquez en Madrid y el Instituto Nacional de Bellas Artes de la Ciudad de México, entre otros. Vive entre Austin (Texas) y Valencia.

Con esta exposición celebramos la inauguración conjunta de la temporada expositiva Abierto Valencia 2024.

Galería Cuatro se convierte en un cuaderno de viaje XXL para celebrar la decimosegunda edición de Abierto Valencia 2024.

Las nuevas obras de Luis Lonjedo y los textos de Guillermo Stuyck nos sumergen en la ciudad de Valencia con un recorrido pictórico y mural a través de sus hitos más representativos

Inauguración: viernes, 27 de septiembre de 19:30h a 21:30h, C/ de la Nave 25, Valencia.  Comisariado por Miguel Castillo y David Castillo. Texto exposición: Guillermo Stuyck. Permanecerá vigente hasta el 9 de noviembre de 2024. Galería Cuatro lleva dos años consecutivos ganando este prestigioso galardón del público.

Galería Cuatro arranca la temporada artística con las nuevas creaciones del artista valenciano Luis Lonjedo en Abierto Valencia, el evento de arte más esperado del año a nivel cultural en la Comunidad Valenciana. 

En esta decimosegunda edición, Galería Cuatro se convierte en un cuaderno de viaje en formato XXL donde las paredes cobran vida con pintura mural.

“Diario de un flâneur» es el título de la exposición que realiza el pintor Luis Lonjedo con textos de Guillermo Stuyck en Galería Cuatro con motivo de Abierto Valencia 2024. El término Flâneur procede del francés y significa paseante; callejero. su actividad consiste en vagar por las calles, callejear sin rumbo, sin objetivo, abierto a las vicisitudes y las impresiones que le salen al paso.

La muestra recoge la actividad del pintor Lonjedo, que se nutre de lo que acontece en la ciudad de Valencia y lo va reflejando en su cuaderno de viaje. Unos dibujos que han escapado de ese cuaderno y se han adueñado de las paredes de la galería, pero a escala mayor y que van acompañados de pintura mural y textos a modo de reflexión de Guillermo Stuyck. Un tándem que enriquece la exposición.

Sobre Luis Lonjedo. Valencia en 1968. Licenciado en Bellas Artes en 1992. Ha impartido docencia desde 1993 hasta 2013, exponiendo su obra en la Comunidad Valenciana en sala Parpalló, Palau de la Música, Galería 9 o Galería Rosalía Sender. En Madrid en Casa de Vacas, Parque del Retiro y en Barcelona en Galería Jordi Barnadas. Fuera de España ha expuesto en Boulevard Fine Art de Chicago, en Art Leaders Gallery de Detroit, en Profile International, Florida, o en Miami en Artrageous Gallery. 

Ha realizado pintura en directo en Valencia en espacios como el Palau de les Arts, Mercado Central, Centre del Carme Cultura Contemporánea, Ciudad de la Innovación, Universidad Politécnica, Espai La Rambleta o CaixaForum Valencia entre otros espacios de prestigio. También en la Fundación Orensanz de Nueva York. 

En 2007 obtuvo el Primer Premio de Pintura del Ateneo Mercantil de Valencia. Ha colaborado como ilustrador para El Mundo, Las Provincias y diversas publicaciones. 

“Mi pintura es figurativa, con una tendencia a la simplificación de las formas. Intento eludir los detalles y mi propósito es sugerir más que evidenciar. Considero que el dibujo juega un papel importante, estructurando por norma general las composiciones que trabajo”. Asegura el artista.

Un año más, la Generalitat otorgará el galardón a “Mejor Exposición” y el Ayuntamiento de Valencia a “Artista Destacado”, proyectos elegidos por un jurado profesional. Coleccionistas privados también adquirirán obra expuesta. 

Nudos escurridizos en la Galería Rosa Santos.

Nagore Chivite, Marina González Guerreiro, Emilia Guimeráns, Sandra Mar, Chelo Matesanz, Nerea Puente, Patricia Varea Milán

Desde 27 septiembre – 6 diciembre, 2024. Esta exposición surge de la propuesta que nos hizo Rosa Santos a Marina González Guerreiro y a mí de invitar a una serie de artistas que trabajen la cerámica en la actualidad y en la cercanía. Fue entonces, después de un bonito periodo de búsqueda en el que corroboramos la riqueza del barro por los diversos lugares desde los que ha sido y continúa siendo abordado, cuando decidimos que nos acompañarían Chelo Matesanz, Emilia Guimerans, Nagore Chivite, Nerea Puente y Patricia Varea Milán. Estableciendo una suerte de genealogía -reducida, por supuesto- de artistas de diversas generaciones en torno a un mismo material, y aprovechando la ocasión para reunir a aquellas con cuyo trabajo hemos crecido y a estas otras a las que vemos ahora consolidar su práctica.

Los lazos que nos unen son palpables y escurridizos. El punto de partida de Emilia y Patricia remite al aprendizaje del oficio y de la matemática del material. Ambas se formaron en Japón y Corea junto a los maestros, lo que une su práctica a la técnica, la síntesis formal, la ceniza y el control del fuego. En el caso de Guimeráns, para poder experimentar con la materia y abrazar la imperfección. Varea, a través de estos conocimientos y de la alteración de los procesos de cocción de las arcillas y porcelanas, logra pequeños matices tonales y metálicos especialmente mágicos. Con ellos nos introduce en su fascinación por las semillas, los fósiles y antropología, que entronca con ese carácter de reliquia de las piezas de Nagore. Sus placas aluden a especies antiguas, a restos de otras civilizaciones.

La tradición también está presente en la cerámica decorativa que Marina rescata para introducir en el lenguaje propio y radicalmente contemporáneo de sus composiciones e instalaciones. Los platos, los azulejos o las benditeras son algunas de estas formas que también se trasladan al universo personal de las esculturas de Chelo. En este caso más vinculadas al jarrón y a los objetos decorativos, que llena de manchas de color y de humor. Su interés por el collage, la fragmentación, la tierra y el cuerpo femenino entronca con muchas de nosotras y la convierte en una gran referente para las generaciones actuales.

Para mí es clave esa forma de vincular el material al cuerpo durante el proceso de construcción de piezas de grandes formatos. Esto me permite relacionarme de una forma emocional, casi romántica, con el barro y la escritura. Así como con los matices de colores y texturas que surgen al introducir minerales y otras materias primas. La expresividad de la forma y la deformación es algo que me hace encontrarme en el trabajo de Nerea, cuya escultura es a la vez formalista y gestual. A través de sus piezas busca generar una transmisión de su experiencia física, compartirla mediante pastas cerámicas combinadas con materiales no tradicionales como la espuma y el látex. Pasar del cuerpo al barro, del fango al fuego. Y que de las brasas surja esta conversación. Por: Sandra Mar.

NICO MUNUERA SOLO SHOW · VALENCIA GALLERY WEEKEND · TUESDAY TO FRIDAY

Inauguración; Viernes 27 Septiembre 17:00 – 22:00.

‘Sembrar agua’ es una expresión que se utiliza en las Alpujarras para referirse a un método milenario de conservación del agua de deshielo de la nieve, que nos habla del cuidado ecológico de sus comunidades agrícolas. Consiste en crear acequias de careo  (canales y canales excavados en las laderas) para “frenar o entretener el agua”, retrasando su salida de la montaña y facilitando su infiltración en los acuíferos subterráneos.

Esta costumbre modifica el paisaje, como explica José Ramón Guzmán Álvarez cuando señala que las Alpujarras son «laderas que domesticaron el agua de las cumbres del Sulayr, agua que tenía prisa por convertirse en Mediterráneo, y que fue frenada con muchos recodos y caídas, multiplicando su tendencia natural a la fertilidad». En la misma línea se expresa Nico Munuera: «El agua discurre por nuevos caminos que dibujan una superficie veteada. Se inundan nuevas laderas. Rocas que habían permanecido prácticamente inmóviles durante años se desalojan o ruedan a otro lugar». Más tarde, el agua reaparece, haciendo germinar la vida en campos antaño rocosos, en forma de manantiales o gracias a pozos.

Para el artista, estos usos no son una inspiración sino un método similar al suyo a la hora de acercarse al lienzo, “un trozo de tierra que recorro, que se convierte en un camino de conocimiento y meditación. Un territorio sobre el que me inclino y entro a través de un juego profundo entre la observación y el movimiento continuo. Una práctica sencilla que consiste en guiar la tinta dentro de los límites del lienzo y un poco más allá, dejando siempre que el agua manifieste su naturaleza. Entender el agua. Contener el tiempo. El agua es un elemento indisoluble de mi obra que me lleva a la sencillez y a la unión completa con la naturaleza. Una naturaleza que está dentro de nosotros y también bajo nuestros pies, y relacionarse con ella significa ser consciente de nuestra temporalidad efímera y constante”.
Por: Pedro Medina Reinón. Philosopher and Independent Curator.

IB ISABEL BILBAO · Galería de Arte. CCCC CENTRO DE CULTURA CONTEMPORÁNEA EL CARMEN.
C/ del Museu, 2, 4, Ciutat Vella, 46003 Valencia. INAUGURACIÓN 26 de septiembre a las 19 horas.


ABIERTO VALENCIA 2024 IB Galería presenta, en la apertura de temporada de la asociación de galerías LAVAC la obra de HELGA GROLLO “LABERINTOS” en la Sala CONTRAFUERTES del CCCC (Centro de Cultura Contemporánea El Carmen, Valencia) del 27 de septiembre al 6 de octubre 2024.
‘MIRADAS ABIERTAS’ Además, en esta edición, el Centre del Carme también celebrará una exposición colectiva, con la apertura el 26 de septiembre, titulada ‘Miradas Abiertas’ que se ubicará en la SALA FERRERES-GOERLICH, del CCCC, y en la que participan todas las galerías de LAVAC y que permanecerá abierta hasta el 27 de octubre. Comisariada por Isabel Pérez y Boye LLorens Peters, cuatro grandes formatos de Helga Grollo figuran entre los demás artistas seleccionados para la exposición provenientes de las galerías Luis Adelantado, Galería Ana Serratosa, Benlliure, Alba Cabrera, Casa Bancal, Galería Cuatro, Gabinete de Dibujos, Jorge López, Galería La Merceria, Espai Nivi Collblanch, Rosa Santos, SET Espai d’Art, Shiras Galería, Galería Thema, Vangar, Martes a viernes, Isabel Bilbao.

‘Correspondencias’ de Ignacio Uriarte en la Galería Gabinete de Dibujos.

Clac clac clac.
Franz Thalmair, Kunstraum Lakeside.
¿Qué distingue la jornada laboral en la oficina de la del estudio? Según Ignacio Uriarte, no es mucho. En ambos casos, se trata y se le da forma a materiales diversos alrededor de un tema concreto. El artista está familiarizado con ambas situaciones.

Tras estudiar administración de empresas, trabajó primero en corporaciones internacionales, donde se familiarizó con la rutina diaria entre copias, bolígrafos y listas de Excel. Incluso después de cambiar de profesión para convertirse en artista, se remite a los materiales y soportes con los que empezó a trabajar: Utiliza cartuchos de impresora que –involuntariamente en la vida cotidiana de oficina, intencionadamente
como artista– dejan su huella en el papel y el escritorio; utiliza la tinta azul, roja, verde y negra de los bolígrafos BIC para reflexionar sobre el tiempo de sus propios esfuerzos artísticos mientras garabatea; utiliza las retículas predefinidas de las hojas de cálculo y los papeles milimetrados para llevar sus obras al formato deseado.

Aunque Ignacio Uriarte produce su arte con medios analógicos, sigue metódicamente una lógica mecánica determinada por el cero y el uno que define no sólo a la oficina sino también, más que nunca, a la vida cotidiana en el estudio. El artista experimenta con herramientas de oficina ahora anacrónicas enfrentándose a los procesos que están vinculados a estos dispositivos. Uriarte los describe como «gestos y rutinas ridículamente pequeños», como doblar una carta antes de meterla en un sobre, garabatear en un papel durante una llamada telefónica o el claqueteo de una máquina de escribir martilleando sobre el papel: «Me he impuesto el encorsetamiento de que no puedo salir de las cuatro paredes de la oficina de la que vengo. Pero como no voy a ampliar mi campo de acción, voy a profundizarlo. Y en la profundidad de mi investigación, surgen cada vez más conexiones cruzadas y puedo elaborar faceta tras faceta».
El resultado de este proceso de profundización, que Uriarte consigue a menudo mediante la repetición de un mismo patrón de movimiento, son obras de arte que retoman el lenguaje formal del arte minimal y del arte conceptual, pero que al mismo tiempo confrontan estas referencias a las neovanguardias del siglo XX con los métodos generativos de la producción artística del siglo XXI caracterizada por las tecnologías digitales. El bucle infinito, por ejemplo –tanto en contextos artísticos como económicocas
comerciales– se convierte así tanto en el principio subyacente de la obra como en su tema general.
En la exposición «Correspondencias», el artista presenta obras creadas exclusivamente con una máquina de escribir. Clac clac. Letras, números y caracteres ortográficos se asientan sobre el papel en rojo y negro. A pesar del estricto orden, vibran y parpadean. Los signos parecen tener vida propia. Ignacio Uriarte descompone el material utilizado en la correspondencia escrita de oficina –el lenguaje– en sus partes constituyentes para crear con estos portadores elementales de significado diversas formaciones nuevas y llevarlas de vuelta al papel.
«Caracola» (2024), un caracol compuesto de signos de igual (=), marca el comienzo. Líneas cortas y paralelas, las del signo matemático, forman aquí, símbolo tras símbolo, largas líneas negras y rojas. Alternándose cruzan su soporte, la hoja de papel, desplazándose centímetro a centímetro. Las líneas giran alrededor de su propio eje, creando una espiral. El efecto espacial provocado por esta rotación se intensifica por la zona blanca del centro del dibujo, en la que parece fluir este vórtice metafórico
de «estar en números rojos» y «estar en números negros». Los ciclos económicos entran aquí en escena de forma literal y proverbial. El muaré resultante de la superposición y rotación de las líneas trazadas a mano, signo por signo, también contribuye a aumentar la percepción del espacio dentro del cuadro como tal.
Los métodos que Ignacio Uriarte demuestra con la obra «Caracola» recorren toda su obra tipográfica, así como la exposición «Correspondencias»: con cada trazo y cada impacto del tipo sobre la superficie de escritura, el artista sobrecarga un sistema, hasta desequilibrarlo. Clac clac clac clac clac. Contrarresta el rigor del manejo de la máquina de escribir con el sistema aún más estricto de su apropiación indebida. Por ejemplo en «Círculos entrelazados» (2024), las barras en rojo y negro producen muchos triángulos pequeños, cuya disposición y superposición crean dos círculos, que a su vez se encajan entre sí de tal manera que parecen comerse mutuamente. En «Círculos solapados» (2024), en cambio, círculos similares formados a partir de barras oblicuas y triángulos se superponen como si fueran un diagrama matemático de conjuntos utilizado para representar relaciones entre elementos posibles.

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